Para poder optar a una plaza de funcionario de carrera administrativo, es necesario poseer la nacionalidad española o de alguno de los países del Espacio Económico Europeo. Asimismo, se debe estar en posesión del título de Bachiller o equivalente, así como del título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Los aspirantes que no posean la nacionalidad española deberán acreditar el conocimiento suficiente del idioma español para el correcto desempeño de las funciones inherentes al puesto de trabajo. Se considerará que se posee el nivel necesario si se está en posesión de alguno de los siguientes certificados:
Los aspirantes deberán superar un procedimiento selectivo compuesto por pruebas eliminatorias y pruebas de méritos. Las pruebas eliminatorias serán de carácter objetivo y consistirán en un test de conocimientos y una prueba de aptitud física. En el test de conocimientos se evaluarán los contenidos mínimos establecidos en el programa oficial. La prueba de aptitud física será de carácter eliminatorio y tendrá una puntuación mínima de 5 puntos.
Para acceder a la fase de méritos, los aspirantes deberán superar la fase de eliminatorias. En esta fase, se evaluarán los méritos académicos, la formación específica y los méritos profesionales. La puntuación máxima que se puede obtener en esta fase es de 40 puntos. Los candidatos que obtengan una puntuación igual o superior a 25 puntos accederán a la fase de oposición.
La fase de oposición consistirá en un examen oral en el que se evaluarán los contenidos del programa oficial. La puntuación máxima que se puede obtener en esta fase es de 30 puntos. Los candidatos que obtengan una puntuación igual o superior a 18 puntos superarán la oposición.
Una vez superada la oposición, los candidatos serán nominados para el puesto de trabajo. La nominación será realizada por orden de puntuación, de forma que los candidatos con mayor puntuación serán los primeros en ser nombrados.