Para poder optar a una plaza como funcionario de carrera, debes presentarte a un proceso selectivo, el cual se divide en una serie de fases.
En la primera fase, se realiza un examen de oposición, en el cual se evalúa el conocimiento teórico de los aspirantes. El temario suele ser amplio y abarca desde materias de carácter general como lengua o historia, hasta otras más específicas relacionadas con la carrera que se quiera ingresar. En este examen, los aspirantes deben demostrar su capacidad de resolver problemas y redactar textos correctamente.
La segunda fase del proceso selectivo es el examen de méritos. En este examen, se evalúan los méritos académicos y profesionales de los aspirantes. Así, se tienen en cuenta la formación recibida, los cursos realizados, las publicaciones realizadas, entre otros. En este examen, los aspirantes deben demostrar su capacidad de análisis y de síntesis.
La tercera y última fase es el examen de capacidad física. En este examen, se evalúa la condición física de los aspirantes. Así, se tienen en cuenta la estatura, el peso, la fuerza, la resistencia, entre otros. En este examen, los aspirantes deben demostrar su capacidad de realizar ejercicios físicos y de superar obstáculos.