La sociedad anónima es una forma de organización empresarial en la que los inversores no son responsables de las deudas de la compañía. Esto quiere decir que, en el caso de que la sociedad anónima declare quiebra, los inversores solo perderán el dinero que hayan invertido, y no serán responsables de ninguna deuda adicional.
Para constituirse como sociedad anónima, se deben cumplir los siguientes requisitos:
- La sociedad anónima debe tener un mínimo de dos socios.
- La sociedad anónima debe tener un capital social mínimo de 3.000 euros. Este capital social debe estar dividido en acciones.
- La sociedad anónima debe designar a un administrador que será el responsable de llevar a cabo las operaciones de la compañía.
- La sociedad anónima debe redactar un estatuto social en el que se detallen todos los aspectos relacionados con la organización y el funcionamiento de la compañía.