La custodia compartida es una disposición legal que permite que los hijos vivan partes iguales con cada uno de sus padres después de un divorcio o separación. En algunos casos, la custodia compartida también se puede aplicar a los padres no casados.
Para que la custodia compartida se otorgue, los jueces deben considerar varios factores. Entre estos factores, se encuentran la relación entre el niño y cada uno de sus padres, la disposición de cada uno de los padres para facilitar el contacto del niño con el otro padre y la capacidad de los padres para trabajar juntos en beneficio del niño.
En la mayoría de los casos, la custodia compartida se otorga solo si ambos padres están de acuerdo. Sin embargo, incluso si ambos padres no están de acuerdo, el juez puede otorgar la custodia compartida si considera que es lo mejor para el niño.
Cuando se otorga la custodia compartida, los jueces a menudo emiten una orden de custodia compartida que establece un horario de custodia y un lugar de custodia para el niño. El horario de custodia puede ser flexible, pero el lugar de custodia a menudo se establece de manera que el niño pueda pasar tiempo igual con cada uno de sus padres.
La custodia compartida también puede establecerse de manera que uno de los padres tenga la custodia primaria del niño y el otro tenga la custodia secundaria. Esto significa que el niño vivirá principalmente con uno de los padres, pero pasará tiempo igual con el otro padre de acuerdo con un horario establecido.
En algunos casos, los jueces también pueden ordenar la custodia compartida de hermanos mayores e hijos menores. Esto se hace para evitar que los hermanos mayores se separen y para permitir que los padres compartan la custodia de todos sus hijos.