Los beneficiarios de la ayuda de alquiler deben ser mayores de 62 años, o bien personas con discapacidad que no puedan valerse por sí mismas. Además, deben residir en una vivienda que sea su domicilio habitual y que esté situada en España. No obstante, no se requiere que la vivienda sea propiedad del beneficiario. Asimismo, no se exige que el beneficiario esté empadronado en la vivienda.
Para poder acceder a la ayuda de alquiler, es necesario que la renta mensual de la vivienda no supere los 2,5 veces el IPREM, que es el indicador público de renta de efectos múltiples. No obstante, en el caso de que la vivienda esté situada en una zona de altos precios de alquiler, este límite se eleva a 3,5 veces el IPREM.
Por último, para poder beneficiarse de la ayuda de alquiler, es necesario que el beneficiario no tenga otros ingresos superiores a determinados límites. Estos límites se fijan en función de la situación familiar del beneficiario y del número de personas que convivan en su vivienda.