La mujer puede jubilarse a los 60 años de edad, si cotizó durante un mínimo de 20 años, o a los 55 años de edad, si cotizó durante un mínimo de 30 años. Si la mujer trabajó en relación de dependencia, deberá acreditar un mínimo de 1000 horas cotizadas en el año anterior al mes en que se inicie la jubilación. Si la mujer trabajó en relación de dependencia y cotizó a un régimen de capitalización, deberá acreditar un mínimo de 750 horas cotizadas en el año anterior al mes en que se inicie la jubilación. Si la mujer trabajó en relación de dependencia y cotizó a un régimen de reparto, deberá acreditar un mínimo de 500 horas cotizadas en el año anterior al mes en que se inicie la jubilación. Si la mujer trabajó en forma independiente, deberá acreditar un mínimo de 24 meses de aportes, y si trabajó en relación de dependencia y cotizó a un régimen de capitalización, deberá acreditar un mínimo de 36 meses de aportes.
La mujer que no cumple los requisitos anteriores, podrá solicitar la jubilación anticipada a partir de los 65 años de edad, si cotizó durante un mínimo de 20 años, o a los 60 años de edad, si cotizó durante un mínimo de 30 años.