La jubilación no contributiva es un beneficio que otorga el Estado a aquellas personas mayores de 65 años que no hayan cotizado el tiempo suficiente para tener derecho a una jubilación contributiva, y que además, se encuentren en estado de pobreza.
Para acceder a este beneficio, se debe cumplir con los siguientes requisitos:
Los beneficiarios de la jubilación no contributiva reciben una pensión mensual que les permite cubrir sus necesidades básicas, como son la alimentación, la vestimenta y el pago de servicios básicos.