Para impartir cualquier tipo de formación no reglada, el único requisito que se exige es tener un título universitario. No obstante, es recomendable contar con experiencia previa en el sector y/o estar en posesión de una certificación de nivel avanzado de la lengua que se vaya a enseñar.
En cuanto al proceso de selección, éste será realizado por el propio centro de formación o institución educativa en la que se vaya a impartir el curso. No obstante, tendrás que superar una entrevista personal y, en algunos casos, un test de conocimientos.
Por lo general, se valorará que el candidato cuente con habilidades pedagógicas y de comunicación, así como una actitud positiva y de empatía. También se tendrán en cuenta otros factores, como la disponibilidad horaria o si se cuenta con vehículo propio para desplazarse a los diferentes centros en los que se imparta la formación.