Para hacer una auditoría, el auditor necesita una base sólida de conocimientos técnicos. Se requiere una formación académica en contabilidad y finanzas, y se recomienda que el auditor tenga un título de grado en estas áreas. Es importante que el auditor tenga una buena comprensión de los estándares y prácticas contables aplicables a la empresa que está siendo auditada.
El auditor también debe tener una amplia comprensión de la industria en la que opera la empresa auditada. Esto es especialmente importante si la industria está regulada por leyes y normas específicas. Conocer la industria le ayudará al auditor a identificar las áreas en las que la empresa auditada puede estar en riesgo de incumplimiento.
Además de los conocimientos técnicos y de la industria, el auditor debe tener una buena comprensión de la gestión de riesgos. La capacidad de identificar y evaluar los riesgos es esencial para hacer una auditoría eficaz. El auditor debe tener una buena comprensión de cómo se pueden mitigar los riesgos y cómo se pueden detectar y corregir los problemas antes de que causen daños.
Un auditor debe ser objetivo e imparcial. Debe estar dispuesto a hacer preguntas difíciles y a seguir las pistas, incluso si esto significa ponerse en desacuerdo con la gerencia. El auditor debe ser capaz de mantener la confidencialidad de la información que recopila y debe ser capaz de presentar sus hallazgos de manera clara y concisa.