La Ley Federal del Trabajo (LFT) es el ordenamiento jurídico aplicable a la relación laboral en México. En ella se encuentran regulados los derechos y obligaciones de los trabajadores y de los patrones, así como las instituciones laborales a las que pueden acudir en caso de controversias.
Para formar un sindicato de trabajadores se requiere que, en un plazo no mayor a 60 días, se reúnan al menos 25 trabajadores de una misma empresa o establecimiento, que tengan la misma ocupación o profesión.
Una vez que se reúnen los trabajadores, se debe elaborar un acta constitutiva en la que se señalen los nombres de los miembros del sindicato, así como el objeto social o los fines del mismo. Este documento deberá ser notariado y se presentará ante el Registro Federal de Asociaciones (RFA), que es el organismo encargado de expedir el certificado de constitución y legalidad del sindicato.
Una vez que el sindicato está constituido y cuenta con el certificado de legalidad, se debe elaborar un estatuto interno en el que se señalen los derechos y obligaciones de los miembros, así como el régimen de elecciones y las funciones de los dirigentes. Este estatuto deberá ser aprobado en asamblea general de trabajadores.
Por último, el sindicato deberá registrarse en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), para obtener los números de identificación correspondientes y poder celebrar convenios de seguridad social y de vivienda con las empresas.