Para escriturar una propiedad en España es necesario, en primer lugar, que el vendedor sea el legitimo titular del inmueble y esté en posesión de la escritura pública que así lo acredite. En segundo lugar, deberá acreditarse que se han satisfecho todos los impuestos correspondientes.
Una vez que se hayan reunido todos estos requisitos, se podrá proceder a la escritura de la propiedad ante un notario. En ella se establecerán todos los datos del vendedor y del comprador, así como el precio de la venta y la forma de pago. También se garantizarán los derechos de ambas partes en el contrato.
Una vez que se haya escriturado la propiedad, se inscribirá en el Registro de la Propiedad. A partir de ese momento, el comprador será el legitimo titular de la misma y podrá disfrutarla libremente.