Para convertirse en miembro de la Unión Europea, un país debe cumplir con ciertos requisitos, llamados "criterios de Copenhague". Estos criterios, que fueron establecidos en 1993, establecen que un país debe tener un régimen democrático y respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales. Además, el país debe estar dispuesto a adoptar las normas y las instituciones de la UE y ser capaz de hacer frente a las obligaciones financieras de la UE.
Los países candidatos deben demostrar su compromiso con la democracia mediante el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. También deben garantizar el Estado de Derecho, es decir, el respeto de la Constitución y la independencia de los poderes judiciales. Los países candidatos deben aceptar las obligaciones de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
Otro requisito es que los países candidatos deben estar dispuestos a adoptar las normas y las instituciones de la UE. Los países candidatos deben ser capaces de hacer frente a las obligaciones financieras de la UE. Esto significa que deben tener una economía que funcione de acuerdo con los principios de la economía de mercado y que sean capaces de cumplir con las obligaciones financieras de la UE, como el pago de las cuotas a la UE.
Por último, los países candidatos deben estar dispuestos a cooperar en la lucha contra el crimen y la delincuencia, así como en la lucha contra el terrorismo. Los países candidatos deben también estar dispuestos a cooperar en la defensa de la UE y a cumplir con las obligaciones militares de la UE.