Para viajar a Estados Unidos desde cualquier país, es necesario presentar una solicitud de visa de turista o de negocios, acompañada de un pasaporte válido. No obstante, si vas a hacer un viaje de carácter privado, humanitario o de trabajo, es posible que necesites un permiso especial. En cualquier caso, debes asegurarte de cumplir con todos los requisitos para la solicitud de visa, que incluyen presentar una fotografía tamaño carnet, una copia del pasaje de ida y vuelta y una carta de invitación de un particular o de una empresa de los Estados Unidos, si es el caso.
Una vez que hayas tramitado la visa y te hayas asegurado de que cumples con todos los requisitos de entrada, deberás presentarte en el aeropuerto de tu país de origen para tomar el vuelo hacia Estados Unidos. Al llegar, deberás pasar por la aduana, donde te harán una serie de preguntas sobre el propósito de tu viaje y te pedirán que presentes tus documentos de viaje. Si todo está en orden, te permitirán pasar.
Una vez en el territorio estadounidense, es posible que te pidan que te sometas a un examen médico, aunque esto no es obligatorio. Si necesitas someterte a un examen médico, te llevarán a un centro de salud designado para que te hagan una serie de pruebas, que pueden incluir una prueba de tuberculosis, una prueba de VIH y una prueba de enfermedades transmisibles. Si todo está bien, te darán un certificado de salud, que deberás presentar a tu oficina de inmigración local.
Una vez que hayas pasado el examen médico, si es necesario, y hayas recibido el certificado de salud, deberás tramitar tu permiso de residencia temporal o permanente, según el propósito de tu viaje. Para ello, deberás presentar tu pasaporte, tu certificado de salud, una fotografía tamaño carnet y una carta de invitación, si es necesaria. Si todos los documentos están en orden, se te concederá el permiso de residencia.