Un contrato privado es un tipo de acuerdo entre partes que se celebra fuera del ámbito público, y que no requiere de la intervención de un notario u otro funcionario público. En algunos casos, sin embargo, es posible que las partes involucradas en un contrato privado deseen que este documento tenga la misma fuerza y efectos que un contrato público. Para lograr esto, se debe seguir un procedimiento específico y cumplir una serie de requisitos, que a continuación se detallan.
Elevación a público
La primera y más importante de las condiciones que se deben cumplir para que un contrato privado tenga los mismos efectos que uno público, es que las partes involucradas en el acuerdo soliciten su elevación a público. Esto significa que se debe pedir a un notario que certifique el documento y le dé fe pública, es decir, que garantice que las firmas de las partes involucradas en el contrato son auténticas y que el documento se ha extendido en los términos acordados por las mismas.
Para solicitar la elevación a público de un contrato privado, las partes deben acudir personalmente al notario y presentarle el documento original. El notario examinará el contrato para verificar que está extendido correctamente y, una vez que esté satisfecho de que todo está en orden, procederá a elevarlo a público. En este momento, el contrato pasa a tener la misma fuerza y efectos que si hubiera sido extendido por un notario desde un principio.
Requisitos formales
Además de solicitar la elevación a público, las partes involucradas en un contrato privado deben cumplir con una serie de requisitos formales para que el documento pueda tener los mismos efectos que uno público. Estos requisitos son los siguientes:
Una vez que el notario haya certificado el contrato y le haya dado fe pública, este documento pasará a tener la misma fuerza y efectos que un contrato público.