Para elaborar un testamento de manera válida, se deben seguir ciertos pasos y cumplir determinados requisitos. En primer lugar, debe hacerse por escrito y en el documento debe constar la voluntad del testador de disponer de sus bienes para después de su muerte. Además, el testamento debe firmarse ante un notario público, quien deberá certificar que el testador es mayor de edad y que está en pleno uso de sus facultades mentales.
Asimismo, el testamento debe ser otorgado en presencia de dos testigos, que deben ser mayores de edad y también estar en pleno uso de sus facultades mentales. Los testigos no pueden ser beneficiarios del testamento ni estar relacionados con el testador por consanguinidad o afinidad hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
Por último, es importante tener en cuenta que el testamento puede ser revocado en cualquier momento por el testador, de manera expresa o tácita. La revocación tácita se produce cuando el testador vuelve a hacer un nuevo testamento o cuando destruye el documento original. Mientras que la revocación expresa se produce cuando el testador manifiesta de forma clara su voluntad de revocar el testamento.