El divorcio voluntario es un procedimiento por el cual un matrimonio puede ser disuelto mediante un acuerdo mutuo entre las partes. Para poder tramitar este tipo de divorcio, se deben cumplir ciertos requisitos que están establecidos por la ley.
En primer lugar, es necesario que ambos cónyuges estén de acuerdo en divorciarse y que estén dispuestos a llegar a un acuerdo sobre todos los asuntos pendientes. Estos asuntos pueden ser la custodia de los hijos, la manutención, la división de bienes o cualquier otro tema relacionado con el matrimonio.
Además, se debe cumplir con un periodo de separación de al menos seis meses. Durante este tiempo, ambas partes deben estar de acuerdo en todos los términos del divorcio y no puede haber ningún tipo de reconciliación. Si las partes no están de acuerdo en todos los términos, el divorcio no podrá ser tramitado.
Otro requisito es que ambos cónyuges tengan un abogado. El abogado debe estar presente en todas las etapas del proceso y debe redactar el acta de divorcio. El acta de divorcio es un documento legal que contiene todos los términos del acuerdo alcanzado entre las partes.
Una vez que se cumplen todos estos requisitos, el juez debe ratificar el divorcio y otorgar la sentencia de divorcio. La sentencia de divorcio es un documento legal que pone fin al matrimonio y establece todos los términos del acuerdo alcanzado entre las partes.