Para solicitar el arraigo social sin contrato de trabajo, deberás acreditar que llevas al menos tres años residiendo de forma ininterrumpida en España y que dispones de una vivienda propia o alquilada en el territorio nacional, en la que residas de forma efectiva y habitual. Asimismo, deberás acreditar que no tienes antecedentes penales y que no estás en ninguno de los supuestos de exclusión del derecho a la protección internacional.
En cuanto a la documentación que deberás aportar, tendrás que presentar la solicitud del arraigo social, la documentación acreditativa de la residencia en España y la documentación acreditativa de tu situación económica y de tu vivienda.
La solicitud del arraigo social se realiza a través del formulario oficial disponible en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. En la solicitud deberás indicar tu nombre, apellidos, nacionalidad, lugar y fecha de nacimiento, así como tu dirección postal y de correo electrónico y un número de teléfono de contacto.
La documentación acreditativa de la residencia en España que deberás aportar es la tarjeta de residencia o, en su caso, el certificado de inscripción en el Registro de Extranjeros. En el caso de que no dispongas de dicha documentación, deberás aportar el pasaporte y los justificantes de residencia en España de los últimos tres años, que podrán ser, por ejemplo, las facturas del suministro de agua, luz o gas o los recibos de alquiler o hipoteca.
La documentación acreditativa de tu situación económica y de tu vivienda que deberás aportar es la certificación de empadronamiento en la que figuren todos los miembros de la unidad familiar que convivan contigo en la vivienda y la certificación de la renta per cápita de la unidad familiar, que no podrá ser inferior a dos salarios mínimos interprofesionales por persona y año.
En el caso de que no dispongas de documentación acreditativa de tu situación económica, deberás aportar la declaración de la renta o, en su caso, la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio de los últimos tres años. Asimismo, deberás aportar la certificación bancaria de los últimos tres meses, en la que se haga constar el saldo medio mensual de la cuenta corriente de la unidad familiar. También deberás aportar la certificación de la vivienda, que podrá ser el contrato de alquiler o la escritura de propiedad, en el caso de que la vivienda sea tuya.