Los directores de orquesta deben tener una sólida formación musical y debe ser capaz de leer y comprender la música escrita. También deben ser buenos comunicadores y líderes, ya que deben coordinar y motivar a los músicos mientras dirigen las presentaciones. Además, los directores de orquesta deben ser creativos e innovadores, ya que deben encontrar nuevas formas de interpretar y presentar la música. Por último, los directores de orquesta deben ser profesionales y comprometidos, ya que su trabajo puede tener un gran impacto en la música y en la forma en que se percibe.