Para que la custodia compartida sea una opción viable, los padres tienen que vivir relativamente cerca el uno del otro. La custodia compartida requiere que los padres puedan coordinar sus horarios y que tengan un buen nivel de communication. Los hijos necesitan sentirse seguros y cómodos en ambos hogares, y necesitan tener una rutina estable en cada uno.
La custodia compartida también requiere que los padres sean capaces de poner sus diferencias aside y trabajar juntos por el bienestar de sus hijos. Los padres deben ser maduros y capaces de poner los necesidades de sus hijos por delante de sus propios deseos o necesidades.