Para adquirir una franquicia, hay que reunir una serie de requisitos, tanto económicos como de otra índole. En primer lugar, es necesario disponer de un capital inicial que suele oscilar entre los 30.000 y 150.000 euros.
Además, hay que tener en cuenta que se trata de un negocio a largo plazo, por lo que es necesario tener paciencia y perseverancia. No obstante, si se cuenta con un equipo de trabajo comprometido, las posibilidades de éxito aumentarán.
Otro aspecto importante es tener claros los objetivos que se quieren alcanzar con la franquicia. No se trata solo de invertir dinero, sino de trabajar duro para conseguir los resultados deseados.
Por último, es necesario tener en cuenta que adquirir una franquicia supone un compromiso por parte del franquiciado. Hay que cumplir con unas normas y estándares establecidos por la empresa franquiciadora.