Para cobrar la totalidad del paro es necesario que hayas trabajado como mínimo 12 meses en los últimos 4 años y que tu contrato de trabajo haya sido despedido de forma improductiva.
Además, tienes que estar dentro del período de carencia, que es el tiempo que media entre el final de tu último contrato y el inicio del nuevo. Durante este período, no podrás cobrar la totalidad del paro, sino que solo podrás percibir una prestación mínima.
Por último, también es necesario que no estés cobrando otro tipo de prestación por desempleo, como por ejemplo, el subsidio por desempleo.