La Renta de Inserción (RAI) es una prestación económica mensual para aquellas personas con ingresos muy bajos y sin medios suficientes para hacer frente a sus necesidades básicas, como son el alquiler de una vivienda, la alimentación o el pago de la luz.
Para cobrar la RAI, hay que cumplir una serie de requisitos, entre los que se encuentran los siguientes:
- Ser mayor de 25 años y menor de 65.
- No percibir otra renta mínima ni estar en situación de alta renta.
- No superar unos ingresos mensuales determinados en función de la unidad de convivencia (por ejemplo, si vives solo/a o si tienes hijos a tu cargo).
- No tener patrimonio ni bienes que superen unos límites establecidos.
- No disfrutar de otras prestaciones o ayudas por parte del Estado u organismos públicos que cubran las mismas necesidades.
- Residir en España de forma ininterrumpida durante los últimos 5 años.
- No estar en prisión.
- No tener deuda con la Seguridad Social.
- Acreditar una situación de vulnerabilidad económica y social.
En el caso de las personas con discapacidad, además de cumplir los requisitos anteriores, para cobrar la RAI también se debe:
- Tener una discapacidad igual o superior al 33%.
- No percibir la Prestación por Discapacidad ni cualquier otra prestación por incapacidad para trabajar.
- No estar en situación de alta renta.
- No percibir una pensión por jubilación o viudedad.
- No tener ingresos superiores a unos límites establecidos en función de la unidad de convivencia.
Para solicitar la RAI, se puede presentar la solicitud de forma presencial en las oficinas de la Administración Pública competente (por ejemplo, el Ayuntamiento), o bien de forma telemática a través de la Sede Electrónica del Estado.