Para poder cobrar la paga no contributiva debes reunir los siguientes requisitos:
Ser ciudadano español o residente en España de cualquiera de los Estados miembros de la Unión Europea o de los países del Espacio Económico Europeo. Asimismo, se considerarán beneficiarios de la paga no contributiva los ciudadanos de otros estados que tengan la condición de familiares de ciudadanos de la Unión o de residentes en España.
Tener entre 18 y 65 años, salvo que se trate de personas con discapacidad que no sean capaces de realizar una actividad laboral por sí mismas. En este caso, el límite de edad será de 67 años.
Estar inscrito como demandante de empleo en alguna oficina de SEPE.
No percibir otra prestación por desempleo por parte de la Seguridad Social, como la prestación contributiva o la prestación por desempleo de SEPE.
No tener ingresos suficientes. La cuantía máxima de los ingresos que puedes tener para cobrar la paga no contributiva es de 1.004,60 euros al año, salvo que seas perceptor de la renta mínima de inserción.
Para cobrar la paga no contributiva debes presentar la solicitud correspondiente en el SEPE y aportar la documentación necesaria. Si cumples los requisitos, se te abonará la prestación desde el día siguiente al de la solicitud.
La paga no contributiva es una prestación por desempleo de carácter no contributivo que se otorga a aquellas personas que no cotizan a la Seguridad Social. Es decir, aquellas que no han cotizado los 12 meses anteriores a su situación de desempleo o que no hayan cotizado 360 días en los últimos cinco años.
La paga no contributiva tiene una duración de 6 meses y su importe es de 463,84 euros mensuales. No obstante, si la persona desempleada tiene hijos a su cargo, la prestación se incrementará en función del número de hijos que tenga a su cargo.