Para casarte por la iglesia, debes cumplir con ciertos requisitos. En primer lugar, ambos cónyuges deben ser católicos. Si uno de los dos no es católico, deberá convertirse antes de contraer matrimonio. En segundo lugar, deben haber recibido los sacramentos de la iniciación cristiana, como el bautismo, la confirmación y la eucaristía. En tercer lugar, deben estar dispuestos a vivir su matrimonio de acuerdo con los principios de la iglesia y a tener hijos católicos. Y en cuarto lugar, deben haber recibido la instrucción religiosa adecuada para prepararse para el matrimonio.
También es necesario que los cónyuges hayan llevado una vida moral y sexual recta antes de contraer matrimonio. Si han cometido algún pecado grave, deben haberse confesado y haber recibido el perdón de Dios antes de casarse. Y si han tenido relaciones sexuales fuera del matrimonio, deben haber hecho una penitencia adecuada para purificarse antes de contraer matrimonio.
Una vez que se cumplen todos estos requisitos, los cónyuges pueden solicitar el sacramento del matrimonio a su parroquia. Si cumplen con todos los requisitos, se les pedirá que se comprometan a vivir su matrimonio de acuerdo con los principios de la iglesia. Si lo hacen, se les permitirá casarse por la iglesia.