Para cambiar el uso de un vehículo, es necesario que el propietario del vehículo cumpla con ciertos requisitos y procedimientos. En primer lugar, es necesario que el vehículo tenga todos los documentos en regla y al día. En segundo lugar, es necesario que el vehículo tenga una tarjeta de circulación válida. En tercer lugar, es necesario que el vehículo tenga una matrícula válida. En cuarto lugar, es necesario que el vehículo tenga un seguro de responsabilidad civil vigente. En quinto lugar, es necesario que el vehículo tenga una revisión técnica vigente. En sexto lugar, es necesario que el vehículo tenga un certificado de inspección ambiental vigente. Y en séptimo lugar, es necesario que el vehículo tenga una etiqueta de identificación vigente.
Una vez que se cumplen todos estos requisitos, el propietario del vehículo debe dirigirse a la Dirección General de Tránsito (DGT) más cercana y solicitar el cambio de uso del vehículo. En la DGT, se le entregará un formulario de solicitud de cambio de uso, el cual deberá ser llenado y presentado junto con todos los documentos requeridos. Una vez que se revisen todos los documentos y se compruebe que todo está en regla, se emitirá un certificado de cambio de uso, el cual deberá ser colocado en el vehículo en un lugar visible. Con este certificado, el vehículo podrá circular libremente con el nuevo uso.