Para bautizar a un niño, se requiere que sea menor de siete años de edad. Si el niño es mayor de siete años, se requiere el permiso de un obispo. También se requiere que el niño tenga un padrino o madrina, quienes deben ser católicos practicantes que hayan recibido los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía).
El proceso para bautizar a un niño es el siguiente:
1. Los padres o tutores legales del niño deben llenar una solicitud de bautismo y entregarla a la oficina parroquial.
2. Un sacerdote o diácono entrevistará a los padres o tutores legales para asegurarse de que entienden lo que el bautismo significa y que están dispuestos a criar al niño en la fe católica.
3. Una vez que se haya determinado que el niño es elegible para el bautismo, se le asignará una fecha para el ritual.
4. En la ceremonia de bautismo, el niño será introducido por los padrinos o madrinas, quienes responderán por él o ella. El niño recibirá el sacramento del bautismo, que consiste en una unción con agua santa, y se le asignará un nombre cristiano.