Para bautizarse por la Iglesia Católica, es necesario cumplir con ciertos requisitos. En primer lugar, es necesario tener la intención de seguir los preceptos de la Iglesia. Esto significa, entre otras cosas, que la persona debe estar dispuesta a practicar la fe católica y a participar en la vida de la comunidad católica. En segundo lugar, es necesario que la persona no haya sido bautizada previamente en otra religión. Si la persona ha sido bautizada en otra religión, es necesario que haga una declaración formal de que renuncia a esa religión y se compromete a seguir los preceptos de la Iglesia Católica. En tercer lugar, es necesario que la persona tenga al menos 7 años de edad. Si la persona es menor de 7 años, es necesario que haya recibido los sacramentos de la Iniciación Cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía).
Una vez que se cumplen estos requisitos, es necesario que la persona se inscriba en un curso de preparación para el bautismo. En este curso, se le enseñará a la persona acerca de los principios y doctrinas de la fe católica. Al final del curso, es necesario que la persona haga una declaración formal de su fe católica y su intención de seguir los preceptos de la Iglesia. Una vez que se haya hecho esto, es necesario que la persona elija un padrino de bautismo. El padrino de bautismo debe ser católico, de al menos 16 años de edad, y debe estar dispuesto y capaz de ayudar al nuevo cristiano a seguir los preceptos de la Iglesia. Finalmente, es necesario que la persona se presente en la iglesia el día del bautismo, acompañada por su padrino de bautismo. En la iglesia, se necesitará una toga blanca para el nuevo cristiano y una vela para el padrino de bautismo.