Para que un matrimonio católico pueda ser anulado, se debe seguir un proceso legal y religioso. En primer lugar, se debe llenar un formulario de petición en el que se especifiquen los motivos por los cuales se solicita la anulación. Una vez que se presenta la petición, se realiza una investigación por parte de un tribunal eclesiástico. Si se determina que el matrimonio no fue válido, se emitirá un decreto de nulidad.
Hay varios motivos por los cuales un matrimonio puede ser anulado. Algunos de estos motivos son el matrimonio forzado, el matrimonio de menores de edad y el matrimonio entre parientes cercanos. También puede haber otros motivos específicos que sean válidos para un tribunal eclesiástico.
Si se decide anular un matrimonio, esto no significa que los cónyuges no puedan volver a casarse. Se puede volver a contraer matrimonio después de que se haya anulado el matrimonio anterior. Sin embargo, si hay hijos del matrimonio anterior, estos hijos son considerados hijos legítimos de ambos cónyuges y tienen derecho a herencia.