Para poder abrir una inmobiliaria en España, se deben cumplir una serie de requisitos, tanto legales como económicos. En primer lugar, es necesario contratar los servicios de un profesional colegiado, ya que sólo ellos están autorizados para ejercer esta actividad. Es importante que el profesional que se elija esté especializado en el sector inmobiliario y tenga una amplia experiencia en el mercado.
Una vez seleccionado el profesional adecuado, se deberá solicitar la inscripción en el Registro de Empresas y Actividades de la Comunidad de Madrid. Para ello, se deberá presentar la documentación necesaria, como el certificado de inscripción en el Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, el modelo 036 y el modelo 037.
Una vez inscrita la inmobiliaria en el Registro, se deberá solicitar la autorización para el ejercicio de la actividad a la Dirección General de Comercio. Para ello, se deberá presentar la documentación necesaria, como el certificado de inscripción en el Registro de Empresas, el plano de localización del inmueble y el certificado de habitabilidad.
Una vez se hayan cumplido todos los requisitos legales, se deberá contratar los seguros obligatorios para el ejercicio de la actividad. Se trata de la póliza de responsabilidad civil y la póliza de defensa jurídica. También es recomendable contratar un seguro de incendios y de robo.
Por último, se deberá abrir una cuenta bancaria especializada para la inmobiliaria. En ella se deberán depositar los fondos de los clientes y se deberán realizar todas las operaciones relacionadas con la actividad. Es importante que la cuenta esté a nombre de la inmobiliaria y no de un particular.