Para abrir un grifo y permitir el paso del agua, se deben cumplir una serie de requisitos, tales como:
- Primero, es necesario que haya agua en el depósito o cañería que alimenta el grifo.
- En segundo lugar, debe haber una presión suficiente para que el agua pueda salir del grifo.
- Por último, es necesario que el grifo esté totalmente abierto para que el agua pueda fluir libremente.
Si se cumplen estos requisitos, el agua debería salir del grifo sin problemas. Si no sale agua, o sale con mucha presión o con poca fuerza, puede ser que haya algún obstáculo en el interior del grifo o en la cañería.