requisitos para abrir cuenta en kutxabank

Para abrir una cuenta en Kutxabank es necesario que cumplas una serie de requisitos y proporciones la documentación necesaria. A continuación, te detallamos todo lo que necesitas saber para darte de alta en Kutxabank.

En primer lugar, es necesario que seas mayor de edad. Kutxabank no permite la apertura de cuentas a menores de edad, por lo que deberás esperar a cumplir los 18 años.

Una vez cumplas la mayoría de edad, deberás acreditar tu identidad mediante el DNI, el NIE o el pasaporte. Si no dispones de ninguno de estos documentos, deberás acreditar tu identidad mediante el certificado de empadronamiento.

Una vez hayas acreditado tu identidad, deberás aportar un documento que acredite tu domicilio. En este caso, puedes utilizar el certificado de empadronamiento, el contrato de alquiler o la factura del suministro de luz, agua o gas. Si no dispones de ninguno de estos documentos, deberás acreditar tu domicilio mediante una certificación emitida por el cónsul o el embajador.

Una vez hayas acreditado tu domicilio, deberás proporcionar una serie de datos bancarios. En concreto, deberás aportar el número de cuenta, el código IBAN y el número de tarjeta. Si no dispones de estos datos, deberás acreditar tu domicilio mediante una certificación emitida por el cónsul o el embajador.

Una vez hayas acreditado tu domicilio, deberás proporcionar un documento que acredite tu situación laboral. En este caso, puedes utilizar el contrato de trabajo, la nómina o el certificado de empadronamiento. Si no dispones de ninguno de estos documentos, deberás acreditar tu situación laboral mediante una certificación emitida por el cónsul o el embajador.

Una vez hayas acreditado tu situación laboral, deberás proporcionar un documento que acredite tu situación económica. En este caso, puedes utilizar la nómina, la declaración de la renta o el certificado de empadronamiento. Si no dispones de ninguno de estos documentos, deberás acreditar tu situación económica mediante una certificación emitida por el cónsul o el embajador.

Una vez hayas acreditado tu situación económica, deberás proporcionar un documento que acredite tu situación patrimonial. En este caso, puedes utilizar el certificado de empadronamiento, el contrato de trabajo o la declaración de la renta. Si no dispones de ninguno de estos documentos, deberás acreditar tu situación patrimonial mediante una certificación emitida por el cónsul o el embajador.

Una vez hayas acreditado tu situación patrimonial, deberás proporcionar un documento que acredite tu situación civil. En este caso, puedes utilizar el certificado de empadronamiento, el contrato de trabajo o la declaración de la renta. Si no dispones de ninguno de estos documentos, deberás acreditar tu situación civil mediante una certificación emitida por el cónsul o el embajador.

Una vez hayas acreditado tu situación civil, deberás proporcionar un documento que acredite tu situación profesional. En este caso, puedes utilizar el contrato de trabajo, la nómina o el certificado de empadronamiento. Si no dispones de ninguno de estos documentos, deberás acreditar tu situación profesional mediante una certificación emitida por el cónsul o el embajador.

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