La orientación educativa es un proceso continuo que tiene como objetivo el desarrollo de la capacidad de los estudiantes para planificar, tomar decisiones y actuar de manera efectiva en su vida personal, académica y profesional.
Este proceso se inicia en la etapa de educación primaria y se extiende a lo largo de toda la vida. Se basa en el diálogo, el respeto y la confianza, y requiere el compromiso de todos los actores involucrados: estudiantes, familias, docentes, directivos y el resto de la comunidad educativa.
La orientación educativa debe estar integrada en el proyecto educativo y en la currícula de todas las escuelas, y debe ser una responsabilidad compartida por todos los miembros de la comunidad educativa.
Los objetivos de la orientación educativa son:
- Ayudar a los estudiantes a comprender y aceptar su propia identidad y sus posibilidades de desarrollo.
- Desarrollar el potencial de los estudiantes para que puedan ser autónomos, responsables y solidarios.
- Fomentar el desarrollo de las competencias necesarias para afrontar de manera efectiva los retos y las oportunidades de la vida.
- Ayudar a los estudiantes a tomar decisiones responsables en relación con su futuro personal, académico y profesional.
- Fomentar el desarrollo de una actitud positiva hacia el aprendizaje y el esfuerzo.
Para alcanzar estos objetivos, la orientación educativa debe ser:
- Integrada en el proyecto educativo y en la currícula de todas las escuelas.
- Un proceso continuo que se inicia en la etapa de educación primaria y se extiende a lo largo de toda la vida.
- Un proceso participativo que implique a todos los miembros de la comunidad educativa.
- Un proceso adaptado a las necesidades individuales de cada estudiante.
- Un proceso que se basa en el diálogo, el respeto y la confianza.