Los requisitos para obtener el estatus de orfandad pueden variar de un país a otro. En general, se requiere que el niño no tenga padre ni madre, o que al menos uno de los dos esté fallecido. También se requiere que el niño no tenga otros parientes que puedan hacerse cargo de él. En algunos países, el niño debe tener una edad determinada, por ejemplo, 16 años o menos.
Algunos países requieren que el niño haya residido en el país durante un cierto período de tiempo, por ejemplo, cinco años. Otros requisitos pueden incluir que el niño no tenga bienes ni ingresos suficientes para mantenerse a sí mismo, y que no tenga familiares cercanos que puedan hacerse cargo de él.