requisitos oposiciones registrador de la propiedad

Para optar a la plaza de registrador de la propiedad es necesario superar unas oposiciones. Estas oposiciones consisten en una serie de pruebas, tanto escritas como orales, en las que se evalúa el conocimiento del aspirante. Se requiere, por tanto, un alto nivel de formación y un gran esfuerzo para superar las pruebas y conseguir el puesto de trabajo.

Los requisitos para poder presentarse a las oposiciones de registrador de la propiedad son los siguientes:

  • Tener nacionalidad española.
  • Estar en posesión de un título universitario de grado en Derecho, Arquitectura Técnica, Ingeniería Técnica Industrial, Ingeniería Técnica Agrícola o Diplomatura en Biblioteconomía y Documentación.
  • Haber superado la prueba de acceso a la universidad para mayores de 25 años o 40 años.
  • Estar en posesión de un certificado de haber superado el curso de formación específica para el acceso a la función pública de registrador de la propiedad, que se desarrollará en la Escuela Nacional de Registradores de la Propiedad.
  • No haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio de cualquiera de las Administraciones Públicas, ni hallarse inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas.
  • Estar en posesión del permiso de conducción de la clase B.

Una vez cumplidos todos estos requisitos, el aspirante deberá superar las siguientes pruebas:

  • Prueba de conocimientos: consiste en un examen escrito en el que se evalúan los conocimientos teóricos del aspirante.
  • Prueba de aptitud física: consiste en una serie de pruebas físicas que evalúan la aptitud del aspirante para el desempeño de las funciones del puesto de trabajo.
  • Prueba de capacidad intelectual: consiste en una serie de pruebas de inteligencia y razonamiento lógico que evalúan la capacidad intelectual del aspirante.
  • Prueba de idoneidad profesional: consiste en una entrevista con un tribunal calificador en la que se evalúa la idoneidad profesional del aspirante para el puesto de trabajo.

Los aspirantes que superen todas las pruebas serán nombrados registradores de la propiedad y tendrán que desempeñar sus funciones en el territorio nacional. Su cometido será el de llevar el registro de la propiedad, así como el de los asientos de la propiedad inmobiliaria. Además, deberán velar por el correcto funcionamiento de los servicios del Registro de la Propiedad.

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