Para optar a un puesto de trabajo en la Policía Nacional, se debe superar un proceso de selección que consta de tres fases:
En la primera fase de selección, los aspirantes deben superar una serie de pruebas físicas de aptitud, destinadas a evaluar su condición física y sus capacidades motrices. La Policía Nacional señala que el objetivo de estas pruebas es "comprobar si el candidato posee las condiciones físicas y psicológicas necesarias para el desempeño de las funciones propias del Cuerpo".
La segunda fase de selección está compuesta por una serie de pruebas psicotécnicas, diseñadas para evaluar el perfil psicológico de los candidatos. Se trata de una serie de tests de personalidad, aptitudes y habilidades, que tienen como objetivo medir las cualidades personales de los aspirantes y determinar si están adecuados para el trabajo en la Policía.
Por último, en la tercera fase de selección, los candidatos deben superar un examen de conocimientos, en el que se evalúan los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para el trabajo en la Policía. Este examen consta de una parte teórica y otra práctica, y los candidatos deben obtener una puntuación mínima de 50 puntos en cada una de ellas para superar la prueba.
Los requisitos para optar a un puesto de trabajo en la Policía Nacional son los siguientes: