La oposición es un proceso mediante el cual se selecciona a los funcionarios de carrera de la administración pública española. Se trata de una forma de acceso a la función pública de libre designación por méritos y capacidad, sin necesidad de tener contactos ni ser funcionario interino. Las personas que deseen presentarse a una oposición deben cumplir unos requisitos mínimos, establecidos por la ley, y superar una serie de pruebas eliminatorias.
Para presentarse a una oposición es necesario tener nacionalidad española o de alguno de los estados miembros de la Unión Europea. También se puede acceder a la función pública mediante el concurso de traslado, para el que no se requiere nacionalidad española. No obstante, para optar a ciertos cuerpos y escalas habrá que tener la nacionalidad española de acuerdo con lo establecido en la ley.
Otro requisito imprescindible para poder presentarse a una oposición es haber cumplido dieciocho años de edad. No obstante, para algunos cuerpos y escalas se establece una edad mínima de veintiún años. Asimismo, habrá que acreditar que se posee la capacidad funcional necesaria para el ejercicio de las funciones correspondientes al puesto de trabajo al que se opta. Para ello, se deberá aportar un informe médico oficial que lo acredite.
Los aspirantes a una plaza de funcionario de carrera deberán superar una serie de pruebas de carácter eliminatorio y de méritos. En concreto, las pruebas eliminatorias serán una prueba de conocimientos y una prueba de capacidad física. Las pruebas de méritos serán una prueba de aptitud y una prueba de oposición. Las pruebas de conocimientos serán objetivas y consistirán en un test de tipo test. La prueba de capacidad física será una evaluación de las condiciones físicas del aspirante. La prueba de aptitud será una prueba de carácter subjetivo que evaluará la capacidad del aspirante para el ejercicio de las funciones del puesto de trabajo al que opta. Finalmente, la prueba de oposición será una prueba de carácter subjetivo que evaluará el conocimiento, la capacidad y la aptitud del aspirante para el ejercicio de las funciones del puesto de trabajo al que opta.