Los requisitos no funcionales son una parte importante de cualquier proyecto de software. Se pueden dividir en varios tipos, según su propósito y alcance.
Rendimiento: Los requisitos de rendimiento indican cómo de rápido debe ser el software. Por ejemplo, un sitio web de comercio electrónico debe cargar rápidamente las páginas para que los usuarios no se frustren y abandonen la compra. Otro ejemplo sería una aplicación de juegos en línea, que debe tener un bajo tiempo de respuesta para que los jugadores no se molesten y dejen de jugar.
Capacidad: Los requisitos de capacidad indican cuántos usuarios pueden usar el software al mismo tiempo. Por ejemplo, un sitio web de noticias debe poder manejar un gran número de usuarios simultáneos durante las horas de mayor tráfico, como cuando se publican los resultados de las elecciones. De lo contrario, los usuarios se frustrarán y dejarán de visitar el sitio.
Fiabilidad: Los requisitos de fiabilidad indican cuánto tiempo el software debe estar disponible. Por ejemplo, un sitio web de banca en línea debe estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, ya que los usuarios necesitan acceder a su dinero en cualquier momento. Otro ejemplo sería una aplicación móvil de mensajería, que debe estar disponible en todo momento para que los usuarios puedan enviar y recibir mensajes cuando lo necesiten.
Seguridad: Los requisitos de seguridad indican qué nivel de protección debe tener el software. Por ejemplo, un sitio web de comercio electrónico debe tener un nivel alto de seguridad para proteger los datos de los usuarios, como las direcciones de envío y los números de tarjetas de crédito. Otro ejemplo sería una aplicación móvil de banca, que debe tener un nivel alto de seguridad para proteger los datos de los usuarios, como los números de cuenta y las contraseñas.
Compatibilidad: Los requisitos de compatibilidad indican con qué otros software y hardware debe ser compatible el software. Por ejemplo, un sitio web debe ser compatible con los navegadores más populares, como Internet Explorer, Firefox y Safari. Otro ejemplo sería una aplicación móvil, que debe ser compatible con los principales sistemas operativos móviles, como iOS y Android.
Usabilidad: Los requisitos de usabilidad indican qué tan fácil de usar debe ser el software. Por ejemplo, un sitio web de comercio electrónico debe ser fácil de navegar y tener una interfaz intuitiva para que los usuarios no se frustren y abandonen la compra. Otro ejemplo sería una aplicación móvil, que debe ser fácil de usar y tener una interfaz intuitiva para que los usuarios no se frustren y la desinstalen.