Para ser guardia civil en España, se requiere ser español o tener la nacionalidad española. También se requiere tener entre 18 y 35 años, estar en posesión del título de Bachiller o equivalente y tener una buena condición física. Además, es necesario no haber sido condenado por un delito y no tener antecedentes penales. Asimismo, es preciso superar un examen psicotécnico y un examen médico. Es deseable contar con un nivel medio de inglés y, en algunos casos, con un permiso de conducción de vehículos pesados.
Los aspirantes a guardia civil deben superar una prueba de acceso que consta de un examen escrito y un examen oral. El examen escrito está compuesto por cuatro pruebas: lengua castellana y literatura, lengua cooficial (en función de la Comunidad Autónoma en la que se vaya a presentar la oposición), historia de España y conocimientos constitucionales y administrativos. El examen oral se compone de una entrevista personal y de una prueba de aptitudes policiales. Para superar la oposición, es necesario obtener una nota mínima de 5 puntos en cada una de las pruebas.
Los aspirantes que superan la oposición deben realizar un curso de formación de un año de duración. Este curso está compuesto por una parte teórica y una parte práctica. En la parte teórica se estudian asignaturas como derecho penal, derecho civil, psicología, sociología, técnicas policiales, inglés y informática. En la parte práctica, los alumnos tienen la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en el aula, realizando pasantías en comisarías y unidades de investigación.
Una vez finalizado el curso de formación, los nuevos guardias civiles deben superar un examen final. Si lo superan, se les asigna un destino y comienzan a prestar servicio. Los guardias civiles deben cumplir con un horario de 40 horas semanales y están sujetos a guardias nocturnas, fines de semana y festivos. En algunos casos, los guardias civiles pueden ser destinados a lugares alejados de su domicilio.