World of Warcraft: The Burning Crusade requiere un ordenador con Windows y con un procesador de 3.0 GHz. Se recomienda tener una tarjeta gráfica de 128 MB para jugar. Para instalar el juego, necesitarás al menos 12 GB de espacio libre en el disco duro.
Además, necesitarás una conexión a Internet de banda ancha para jugar. Para usar todas las características del juego, necesitarás una cuenta de Battle.net.