Rocket League requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits, además de al menos 4 GB de RAM. En cuanto al espacio en disco duro, necesitarás un mínimo de 7 GB. Rocket League se ejecuta en Windows 7 64-bit o superior.
En cuanto a la tarjeta gráfica, necesitarás al menos una NVIDIA GeForce GTX 660. Sin embargo, recuerda que el juego se ve mejor con una tarjeta NVIDIA GeForce GTX 970.
Por último, pero no menos importante, necesitarás un conexión a Internet de banda ancha para jugar Rocket League.