Los requisitos mínimos vitales son un conjunto de bienes y servicios mínimos indispensables para mantener un nivel de vida digno. Se trata de un concepto desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que lo define como "aquellos bienes y servicios que son esenciales para que las personas puedan llevar una vida en condiciones de dignidad y tener acceso a oportunidades y recursos para desarrollar su potencial y participar activamente en la sociedad".
El concepto de requisitos mínimos vitales se ha ido desarrollando y adaptando a lo largo de la historia. En la actualidad, se considera que los requisitos mínimos vitales deben ser considerados en un contexto más amplio que el puramente material, y que deben incluir tanto aspectos económicos como sociales y culturales. En este sentido, se habla de los "derechos humanos mínimos indispensables" o los "requisitos mínimos para una vida digna".
Los requisitos mínimos vitales son una herramienta importante para la lucha contra la pobreza y la exclusión social. El objetivo de estos requisitos es garantizar el acceso de todas las personas a unos bienes y servicios mínimos indispensables para llevar una vida digna. De esta forma, se pretende que nadie se quede atrás y que todas las personas puedan tener acceso a unos mínimos básicos para vivir.
En la actualidad, se considera que los requisitos mínimos vitales deben incluir una serie de derechos sociales y económicos, como el derecho a la educación, el derecho a la salud, el derecho a una vivienda adecuada o el derecho a un trabajo digno.