La ley de dependencia se aplica a aquellas personas que necesitan una atención especializada debido a una discapacidad física, psíquica o sensorial, ya sea permanente o temporal. Para acceder a los beneficios de esta ley, se debe cumplir con una serie de requisitos.
En primer lugar, la persona solicitante debe tener una discapacidad igual o superior al 33%. En segundo lugar, debe estar incluida en el Registro de Discapacitados de su Comunidad Autónoma. Y en tercer lugar, debe acreditar unos ingresos mensuales inferiores a 1.004,60 euros.
Una vez cumplidos estos requisitos, la persona podrá acceder a los beneficios de la ley de dependencia, como son la ayuda a domicilio, la teleasistencia, los beneficios fiscales o la Tarjeta de Dependiente.