Para abrir un establecimiento comercial es necesario cumplir con una serie de requisitos legales. En primer lugar, se debe obtener una licencia de funcionamiento del ayuntamiento correspondiente. Para ello, se deberá presentar una serie de documentos, como el proyecto de local o el informe de inspección. También se debe solicitar el permiso de apertura al organismo competente. Una vez que se cuenta con todos los documentos necesarios, se deberá tramitar la declaración responsable en la que se hace constar que se cumplen con todos los requisitos legales para el funcionamiento del establecimiento. Asimismo, se deberá contratar el seguro obligatorio de responsabilidad civil, que cubrirá eventuales daños que se puedan ocasionar a terceros. Por último, se deberán realizar una serie de obras y reformas para adaptar el local a las normas de seguridad e higiene. Una vez que se hayan finalizado todos estos trámites, se podrá obtener la licencia de funcionamiento y el establecimiento estará listo para abrir sus puertas al público.