Los chilenos pueden jubilarse a los 60 años de edad, siempre y cuando hayan cotizado por lo menos 20 años. Si bien la edad mínima para la jubilación es 60 años, las personas que hayan cotizado durante 40 años o más pueden solicitar su jubilación a los 55 años de edad.
Para calcular el monto de la jubilación, se toma en cuenta el promedio de los últimos cinco años de cotización. Se excluyen los años en que no se haya cotizado o en que las cotizaciones hayan sido inferiores al salario mínimo.
Para acceder a la jubilación, los chilenos deben solicitarla a la Administradora de los Fondos de Pensiones (AFP) donde estén afiliados. Una vez que la AFP aprueba la jubilación, se debe presentar la solicitud ante el Servicio de Impuestos Internos (SII), para que se calcule el impuesto a la renta que se debe pagar.
Los chilenos que no cumplan con los requisitos para jubilarse pueden optar por la Pensión por Vejez, que es un subsidio que otorga el Estado a las personas mayores de 65 años de edad, siempre y cuando no hayan cotizado el tiempo suficiente para acceder a la jubilación. Para acceder a este subsidio, los interesados deben solicitarlo a la Oficina de Seguridad del Estado.