Para los funcionarios que desean jubilarse anticipadamente, existen ciertos requisitos que deben cumplirse. En primer lugar, el funcionario debe tener un mínimo de cinco años de servicio en la administración pública. En segundo lugar, el funcionario debe tener un mínimo de cincuenta y cinco años de edad. En tercer lugar, el funcionario debe estar en posesión de un certificado médico que acredite que su estado de salud le permite seguir trabajando. En cuarto lugar, el funcionario debe haber superado el último examen de aptitud física y mental que se le exige a los funcionarios de la administración pública.
Para los funcionarios que reúnen todos estos requisitos, la jubilación anticipada se puede solicitar a partir del primer día del mes siguiente al cumplimiento de los requisitos. La jubilación anticipada es un derecho subjetivo del funcionario y, por lo tanto, no requiere de la aprobación de ningún órgano de la administración pública. No obstante, el funcionario debe comunicar su decisión de jubilarse anticipadamente a su órgano de administración.
La jubilación anticipada tiene efectos desde el primer día del mes siguiente al de la presentación de la solicitud. No obstante, el funcionario que se jubila anticipadamente perderá el derecho a percibir el complemento salarial que se le abona a los funcionarios que desempeñan funciones de alta responsabilidad. Asimismo, el funcionario que se jubila anticipadamente perderá el derecho a percibir cualquier otro complemento o gratificación que se le hubiera abonado por motivos específicos.