La ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es una revisión periódica que todos los vehículos deben pasar para comprobar que cumplen con las normas de seguridad y emisiones. A partir de los 4 años de antigüedad, todos los vehículos deben pasar la ITV cada 2 años.
La ITV para furgonetas es un proceso similar a la ITV de coches, con algunas pruebas adicionales para comprobar el estado de la carrocería y los componentes del vehículo.
Para pasar la ITV de una furgoneta, se debe presentar el vehículo en un centro de inspección autorizado. El técnico realizará una serie de pruebas de seguridad y emisiones para comprobar que el vehículo cumple con los requisitos.
Si el vehículo pasa todas las pruebas, se le otorgará una certificación de inspección que deberá ser renovada cada 2 años. Si el vehículo no pasa la ITV, se le dará una lista de reparaciones que deben ser realizadas antes de que pueda volver a presentarse para la ITV.