El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una prestación social que el Estado otorga a aquellas personas cuya renta mensual sea inferior al 60% del salario mínimo interprofesional (SMI), para que puedan tener una renta mensual mínima que permita hacer frente a sus necesidades básicas y vitales. El 60% del salario mínimo interprofesional es de 546,15 euros mensuales en 2019.
Para solicitar el Ingreso Mínimo Vital, la persona interesada debe acreditar que su situación de vulnerabilidad económica y social, así como la de sus familiares a su cargo, no le permite obtener ingresos suficientes para hacer frente a sus necesidades básicas y vitales.
Para ello, deberá presentar una solicitud en el organismo competente del lugar de residencia, aportando la documentación necesaria que acredite su situación de vulnerabilidad económica y social.
En la solicitud deberá especificar los datos personales y familiares del solicitante, así como aquellos otros datos que sean necesarios para la correcta tramitación de la solicitud.
Una vez presentada la solicitud, el organismo competente deberá evaluar si la persona solicitante reúne los requisitos necesarios para acceder a la prestación.
En el caso de que la persona solicitante no cumpla con los requisitos necesarios, el organismo competente deberá informarle de las razones por las que no puede acceder a la prestación y de los recursos a los que puede acudir en su caso.