La incapacidad permanente total (IPT) es una situación en la que una persona es incapaz de realizar cualquier tipo de trabajo debido a una discapacidad física o mental. En la mayoría de los casos, se debe a un accidente o a una enfermedad.
Para poder acceder a la prestación por incapacidad permanente total, es necesario que el trabajador cumpla ciertos requisitos:
En el caso de los trabajadores autónomos, el requisito mínimo de cotización es de 600 días en los últimos 5 años.
La prestación por incapacidad permanente total es compatible con otros ingresos, como por ejemplo, la pensión de jubilación o la prestación por desempleo.
En el caso de los trabajadores por cuenta propia, la prestación se calcula en función de los beneficios a los que hubiera tenido derecho si hubiera estado dado de alta en el régimen general de la Seguridad Social. Así, se tienen en cuenta los años cotizados, la base reguladora y el porcentaje de discapacidad.