La incapacidad permanente derivada de un accidente no laboral supone la pérdida de la capacidad para el trabajo habitual y para realizar cualquier otra actividad que requiera el mismo esfuerzo físico o mental. En consecuencia, el afectado pierde la capacidad para ganar su sustento y se ve en la necesidad de acudir a una prestación económica por parte de la Seguridad Social.
Para tener derecho a esta prestación, el interesado debe reunir una serie de requisitos:
Para solicitar la prestación económica por incapacidad permanente, el interesado debe presentar la documentación necesaria en la Oficina de la Seguridad Social correspondiente. En primer lugar, deberá acreditar la identidad y, posteriormente, aportar la documentación que acredite la producción del accidente y el diagnóstico médico que determine la incapacidad permanente. Asimismo, deberá presentar un certificado de empresa en el que se especifique la fecha de alta laboral, el último salario percibido y la jornada habitual de trabajo.