Para garantizar la higiene y la salud de los pacientes, así como el buen funcionamiento de la consulta, es necesario cumplir una serie de requisitos higiénico-sanitarios. En primer lugar, el local debe estar en perfectas condiciones de higiene, con suelo y paredes limpias y en buen estado, y el material que se utilice debe estar en perfecto estado de limpieza y desinfección. Asimismo, el agua que se utilice en la consulta debe ser potable y estar correctamente filtrada y clorada, y el aire debe estar libre de agentes contaminantes. En cuanto al personal, debe estar correctamente formado y capacitado para el desempeño de su trabajo, así como estar correctamente identificado. En cuanto a los procedimientos, éstos deben seguir un protocolo estricto de higiene y seguridad, y el material que se utilice debe estar en perfecto estado de limpieza y desinfección. Por último, es imprescindible llevar a cabo una correcta gestión de residuos.